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viernes, 19 de abril de 2013


ESCUELA DE FORMACIÓN PSICOLÓGICA INVESTIGACIÓN Y TERAPIA
EFOPSIT


QUE ES EFOPSIT?

 Es una escuela dirigida a ofrecer servicios de Intervención, Capacitación, e Investigación psicológica.
 Nace del interés de propiciar el Desarrollo y Crecimiento Humano a través de la facilitación de herramientas necesarias  que permitan dicho desarrollo.
 En tal sentido estamos comprometidos en brindar capacitación de calidad, basada en la realidad competitiva del mercado laboral, en las diferentes áreas de nuestra ciencia.
De igual modo nos interesa contribuir a la investigación psicológica, con el fin de aportar al sostenimiento de una psicología dominicana que dé respuesta a los problemas psicosociales de nuestra sociedad, la cual demanda una mayor atención en temas tan centrales como:

Ò Violencia
Ò Desintegración Familiar
Ò Seguridad Ciudadana
Ò Drogas
Ò Entre Otros.


OBJETIVOS:
Ò Contribuir al avance, y desarrollo de la psicología
Ò Incentivar a la investigación y publicación de artículos en temas ligados a la psicología.
Ò Aportar a la formación  ético profesional del psicólogo
Ò Ayudar a dar respuesta a los problemas psicosociales que presenta nuestra sociedad.

 PROYECCIONES:
Ò Elaborar un programa de asistencia Psicosocial que brinde ayuda a personas necesitadas.
Ò Organizar círculos de estudios e investigación, integrados por profesionales y estudiantes de psicología de diferentes universidades.
Ò Crear una campaña de motivación a la  publicación de artículos en temas de  psicología.
Ò Crear una campaña de concienciación en la ciudadanía sobre el quehacer de los profesionales de la psicologia

viernes, 12 de abril de 2013


Hace algunos años, los directivos del Aeropuerto de Houston tuvieron que enfrentar un problema: los pasajeros se quejaban de que tenían que esperar demasiado tiempo para recoger sus equipajes. ¿Qué harías tú si estuvieses en el lugar de los directivos?

Probablemente lo mismo que hicieron ellos: contrataron a más personal para que se ocupase de los equipajes. Así pudieron reducir a 8 minutos el tiempo de espera (un espacio de tiempo que está dentro de los límites normales para la mayoría de los aeropuertos). Sin embargo, aún así, las quejas de los pasajeros seguían llegando. No estaban contentos con el tiempo de espera. ¿Qué sucedía?

Asombrados, los directivos se vieron obligados a analizar con mayor profundidad el problema y encontraron la razón de las quejas: los pasajeros salían del avión y caminaban durante un minuto para llegar a la cinta donde debían recoger sus equipajes. Sin embargo, aún debían esperar siete minutos. Es decir, el 88% de su tiempo lo pasaban esperando el equipaje.

Ni cortos ni perezosos, los directivos adoptaron una solución brillante: en vez de reducir el tiempo de entrega del equipaje (con los consecuentes gastos que esto implica al tener que contratar a más personal), simplemente movieron las puertas de llegada de forma que los pasajeros debían caminar durante seis minutos y la espera del equipaje se redujese a dos minutos. Con esta estrategia las quejas se desvanecieron.

Esta historia se refiere a una experiencia que todos hemos tenido: la espera. No importa si es en el aeropuerto, en el supermercado o en el banco… la espera desespera.

Lo interesante es que el tiempo que nos mantenemos ocupados (caminando hacia el sitio donde debemos recoger el equipaje) se percibe más corto mientras que el tiempo en que no hacemos nada (esperando delante de la cinta a que aparezcan las maletas) se percibe como más largo. De hecho, las investigaciones científicas han desvelado que la mayoría de nosotros tendemos a sobreestimar el tiempo de espera. Es decir, al tiempo real, le añadimos aproximadamente un 36% más.

Es precisamente por eso que podemos encontrar espejos en la mayoría de los ascensores. La idea surgió después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se crearon edificios muy altos y las personas comenzaron a quejarse de cuanto se demoraban los ascensores en subir hasta los últimos pisos. Con los espejos, las personas solían entretenerse y así el tiempo les pasaba más rápido.


La anatomía de la espera

Nuestras expectativas también afectan la percepción de la espera. Es por eso que en los parques de Disney se suelen aplicar un pequeño truco: se sobreestima el tiempo de espera que será necesario para acceder a las atracciones, así, cuando a las personas finalmente les llega su turno, se sienten contentas de que el tiempo de espera no haya sido tan largo. Es una estrategia para eliminar ese 35% de tiempo extra que le añadimos a la espera.

También se ha demostrado que el nivel de satisfacción con un producto o servicio después de un largo tiempo de espera estará determinado fundamentalmente por los últimos minutos. Independientemente de cuánto hayamos esperado, si en los últimos minutos la fila discurre más rápido y logramos conseguir lo que deseábamos, tendremos una tendencia a mirar atrás de forma positiva, incluso si la espera fue larga y tediosa.

Por otra parte, también se conoce que tendemos a preocuparnos más por la longitud de la fila que por la rapidez con que esta se mueve. Si nos diesen a escoger entre una fila larga que se mueve rápido y otra corta que se mueve lentamente, probablemente elegiremos la segunda opción. Es por esto que en los sitios donde se hacen filas muy largas (como en los parques de diversiones) se suelen usar estrategias para esconder la verdadera longitud de la fila.

También se ha apreciado que las multifilas nos suelen poner de mal humor. Por ejemplo, llegamos a una caja en el supermercado y vemos que las personas que llegaron después de nosotros y eligieron la caja de al lado, son atendidas antes porque su fila discurre con mayor rapidez. Esto sucede porque aplicamos el sentido de la justicia incluso a la espera. Es decir, esperamos que quien llegue antes sea atendido antes. Cuando esto no se cumple, nos sentimos molestos.

Si tenemos en cuenta que cada año pasamos horas y horas de espera, la mejor estrategia es buscar algo que hacer mientras tanto ya que así evitamos todas las emociones negativas asociadas a la espera.

TOMADO DEL RINCÓN  DE LA PSICOLOGÍA

jueves, 11 de abril de 2013


La felicidad es una decisión personal




¿Cuántas veces has pensado que el día puede ser totalmente desdichado porque amaneció lluvioso o de repente se tornó gris? Seguro que alguna vez te ha ocurrido. Lo mismo podríamos decir de un día de intenso calor o de un día en que el reloj se ha atrasado. Parecemos dispuestos a ser infelices hasta por las cosas más triviales cuando en realidad ser felices es una opción personal. Simple, podemos encontrar la felicidad aún cuando no tengamos todo aquello que anhelamos en la vida.

Podrías decirme que eso es una actitud conformista, para algunos puede parecer una tontería, pero si lo vemos bien: ¿no se gana más con ser positivo que con ser negativo? Somos capaces de ser felices a partir de que tomamos  la decisión de serlo, cuando asumimos que contra todo lo que pueda ocurrir, siempre habrá algo que nos importe, que nos motive, que nos haga felices en alguna medida y “en alguna medida” es mejor que nada ¿o no?

Son tiempos convulsos, las cuentas pueden amargarnos los días y el amor no es algo que podamos tener bajo control. El amor es quizá lo que más infelicidad puede causarnos, ya sea porque nos sentimos incomprendidos por la persona a la que amamos o porque nos hemos dado cuenta que pasa el tiempo y no encontramos a nuestra "media naranja". En realidad, no existe tal cosa, la soledad también es algo que podemos dejar de lado, podemos sentirnos muy solitarios en medio de una multitud pero también podemos trabajar para sentirnos completos con la sola exploración de nosotros mismos. Somos tan felices como queramos serlo.

Es increíble cuánto  influye nuestra mente en nuestros sentimientos, cuando decidimos cambiar lo que falla en nuestras relaciones, cuando nos percatamos de que el amor es algo complicado, que no debemos intentar cambiar a nadie sino amar porque en ello encontramos nuestra propia dicha; es cuando de verdad nos acercamos a la felicidad.Cuando podemos sonreír incluso si las cosas van mal porque en realidad todo cambiará en algún momento, entonces ya hemos hecho un gran avance para sentirnos felices.

Si el amor llega, ¿por qué nos empeñamos en encontrarle defectos a la relación o a la persona? Cuando pensamos en nuestra propia vulnerabilidad podemos enfrentar el hecho de que no hay nadie perfecto y que podemos ser felices con las imperfecciones. Y si el amor no llega, ¿por qué empeñarnos en sentirnos amargados? El amor ocurre como casi todo, de manera imprevista, quizá debamos prestar más atención a nuestro alrededor, a veces miramos sin percibir,  y lo que buscamos puede estar más cerca de lo que creemos.

Hoy ya ha amanecido, el día es gris y podría pensar que no hay cosa peor en el mundo. Sin embargo, en mi caso el otoño suele ser la mejor de las temporadas  aunque, lo confieso,  por momentos me provoca nostalgia, siempre tenemos algún recuerdo o alguna pérdida que un día sin sol se empeña en recordarnos.

Pero ya no suelo hacer eso, tiempo atrás entendí que podía sonreír y aceptar el día si me lo proponía, muchas de las cosas que nos darán felicidad solo esperan que decidamos vivirlas… Está en nuestra mente más que en nuestro corazón, hay que cambiar nuestra forma de ver la vida… Hay que  vivirla tal y como llega porque siempre habrá algo que la haga mejor aunque te empeñes en creer que no… El solo tener un día más para vivirlo, ¿no es suficiente felicidad? Entonces, ¿por qué no empiezas a ser feliz ahora?
TOMADO DEL RINCÓN DE LA PSICOLOGÍA 
Hay muchas personas que se quejan porque pasan horas estudiando pero estos esfuerzos no se ven recompensados en el momento del examen. La clave está en las técnicas que utilizan. Quizás no conocen las estrategias más adecuadas o simplemente aplican técnicas que no se avienen con su estilo de aprendizaje.

De una forma u otra, la técnica del subrayado es una excelente opción para la mayoría de los estudiantes e incluso es válida si debemos prepararnos para realizar una ponencia sobre algún tema específico en nuestro centro de trabajo. Esta técnica te ayudará a realizar un análisis del texto y a sintetizar los puntos clave del mismo.

Vale aclarar que subrayar consiste en destacar en el texto alguna palabra, frase o parte del contenido del cual deseamos apropiarnos. Por ende, mientras menos subrayes, más probabilidades tendrás de retener en la memoria el contenido en cuestión.

En sentido general, la técnica del subrayado nos reporta grandes ventajas:

- Fomenta el estudio activo ya que hace que este sea más motivante

- Permite diferenciar las ideas principales

- Aumenta la concentración en la lectura

- Simplifica la memorización
- Facilita el repaso

Obviamente, cuando se hace referencia al subrayado como una técnica de estudio, esto implica:

- Leer y entender las ideas que se presentan en el texto. Recuerda que no sirve de nada subrayar aquellas ideas que no has entendido.

- Seleccionar solo las partes realmente importantes. Si subrayas demasiada información, correrás el riesgo de tener que releer todo el texto y probablemente te apropies de menos contenidos.


Consejos para aplicar eficazmente la técnica del subrayado

- Lo ideal es que subrayes en la segunda lectura porque si lo haces en la primera, probablemente terminarás marcando ideas irrelevantes. Una vez que sepas de qué va todo el texto, podrás deslindar las ideas realmente importantes.

- Realiza una lectura comprensiva. Esto significa que no deberás subrayar ideas o conceptos que no comprendas.

- Utiliza marcadores de diferentes colores para deslindar los conceptos primarios y esenciales de las ideas secundarias.

- Evita los libros o artículos que hayan sido subrayados por otra persona ya que de esta forma no te centrarás en las ideas que realmente son importantes para ti.

TOMADO DEL RINCÓN DE PSICOLOGÍA

Muchas personas piensan que planificar las tareas que deben hacer el día próximo o la semana siguiente es algo completamente inútil, una perdida de tiempo. Estas personas suelen mantener todas las tareas en su mente y por eso, en muchas ocasiones, al terminar la jornada laboral o la semana de trabajo, se dan cuenta de que no alcanzaron algunos de los objetivos. En realidad, programar el trabajo es casi tan importante como realizarlo.

Existen otras personas que comprenden la importancia de la planificación pero asumen esta actividad en el sentido más restringido del término. Son esos para quienes planificar un viaje significa comprar los billetes con antelación y reservar el coche a través de una agencia online.

No obstante, planificar no es solo decidir qué vas a hacer y cuándo lo vas a hacer sino que también implica comprender la actividad y prepararte para enfrentarla. Se trata de una planificación inteligente. Retomando el ejemplo del viaje, la planificación inteligente incluiría posibles rutas turísticas cuando llegues a la ciudad y también planes de emergencia en el caso de que algo anduviese mal.

La planificación inteligente nos permite hacer más en menos tiempo y, lo que es aún más importante, realizando un esfuerzo menor.

Los pasos fundamentales para realizar una planificación inteligente serían:

1. Darle un orden de prioridad a las actividades. A lo largo del día debemos hacer muchísimas cosas pero no todas son imprescindibles y ni siquiera importante. Revisa tu agenda, elimina todas aquellas tareas que solo implican una pérdida de tiempo y reorganiza las actividades realmente importantes.

2. Determinar cuándo es el momento más adecuado de realizar las tareas. Cada persona tiene algunas horas del día en la cual es más productivo. Son esas horas en que tenemos la mente más lúcida y en las cuales somos más creativos. Por ende, organiza tu agenda de manera que las actividades importantes coincidan con estos momentos del día. Las tareas menos importantes, como ir al supermercado, responder al correo electrónico o leer la prensa, se pueden realizar en las horas donde nuestra productividad disminuye.

3. Anticiparse a los problemas. La flexibilidad para cambiar y la posibilidad de anticipar las dificultades son esenciales para la productividad cotidiana. No siempre podemos seguir la planificación al pie de la letra, en ese caso, necesitamos tener un plan emergente que nos permita reorganizar las actividades adaptándolas a las nuevas exigencias.

Por ejemplo, ¿en cuántas ocasiones has pensado en terminar diferentes tareas pero te has visto interrumpido por una vorágine de trabajo externa? En esos casos, siempre es bueno tener un plan de escape que te ayude a ser productivo, incluso si no estás realizando las tareas que tenías planificadas.

4. Planificar a la baja. No sobrecargues el día intentando hacer mil cosas. Ten en cuenta que habrá varios imprevistos y probablemente algunos de ellos sean urgentes. Lo ideal es elaborar una lista de tareas menos ambiciosa, si el día va bien, siempre podrás encontrar lugar para hacer más, si no, estarás satisfecho ya que cumpliste con el plan que tenías previsto.

5. Empezar el día con una tarea importante pero pequeña. La primera tarea normalmente marca el ritmo y el éxito del día. A veces, cuando la primera tarea sale mal, se nos arruina el día, empeora nuestro humor y la productividad se ve afectada. Por ende, comprende la primera actividad como un incentivo y no elijas una tarea demasiado compleja.

TOMADO DEL RINCÓN DE  PSICOLOGIA